El año pasado me cansé de ver tres latas que tenía sobre la alacena.
Las puse en una bolsa y fuí a una compra venta de objetos antiguos, decidida a hacer un trueque.
O sea, no sacar ni un peso de mi bolsillo y llevarme otra cosa que me guste.
Lo logré.
Cuando mi marido me vió aparecer con este cajón roñoso vintage, lo único que dijo fue: "prefería las latas"
Lo bueno es que del cajón vintage no todos hacen leña, y pudo sobrevivir varios meses en un rincón de la cocina, un poco camuflado hasta que yo decidiera qué hacer con él.
Un día, vino mi viejo a casa y me ayudó a cortarle algunas de las divisiones, (tenía doce cuadrados iguales, porque era un cajón de cerveza)
Quedó así:
Los cuadrados más grandes estaban destinados a los bidones de lavandina, o de desodorante para el piso.
Las otras divisiones, para cera, limpiador cremoso y cosas por el estilo.
Lo pinté de blanco, con látex.
(Esto fue ayer a la tardecita, por eso la luz tan rara)
Y mientras pintaba, pensaba:
"le hago decoupage"
"...le cuelgo unas tulmas, o unas borlas..."
"...le pongo un cartel..."
"...le hago transferencia..."
"...le agrego los eslabones que me quedaron del reloj ..."
"¡le pongo ruedas!!!"
Así que le atornillé rueditas
Para que se deslice fácilmente
Y en la lata donde tenía guardadas las ruedas, encontré este tirador
Lo atornillé y quedó listo.
Ahora lo puse en el mismo lugar donde lo tenía acovachado,
pero con una función definida: es el cajón de la limpieza .
Con este trabajo me sumo al Finde Frugal de Marcela
Gracias a esta quedada, me estoy poniendo las pilas para terminar cosas en casa.